1980-2000: El Retorno
a la Democracia y el Fujimorato
Segundo gobierno de
Fernando Belaunde (1980-85)
Los años del gobierno de Belaunde fueron turbulentos. El
retorno a las políticas económicas liberales resintió la confianza de
inversionistas privados y causo un alza de precios, que afecto a los grandes
sectores de la sociedad peruana. La recesión económica se acentuó con el
fenómeno del niño, que llevó a un mayor encarecimiento de productos de consumo
básicos y menos inversión, lo que causaría un descontento general. Además,
durante estos cinco años, se gestaron
los movimientos terroristas Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru (MRTA), que iniciaron sus actividades en Ayacucho y la selva alta
respectivamente. Eran grupos con ideologías de extrema izquierda que seguían el
ejemplo maoísta, leninista y marxista, por lo que no dudaron en usar la fuerza
bruta, cometer horribles abusos y aterrorizar a la población rural peruana. El
surgimiento de guerrillas en el Perú puede entenderse como la respuesta a
tantos años de enormes diferencias sociales y la baja calidad de vida del campo
en comparación con la ciudad. Sin embargo, muchas de sus reivindicaciones no
eran validas para la época, por que el Perú pasó a ser un país claramente urbano, especialmente después de la reforma
agraria. Asimismo, Belaunde envía al ejército sin un plan concreto para acabar
con las amenazas, por lo que se producen excesos departe de los militares
también, y los esfuerzos no rinden muchos frutos.
Primer Gobierno de Alan
García (1985-1990)
La mayoría de peruanos, así como la opinión internacional,
al principio miraron a su gobierno con optimismo. Alan García posee grandes
dotes de orador, con lo que logra llevar a muchas personas a su favor en un
tiempo de recesión económica, descontento, y la amenaza comunista. Su gobierno
emprendió reformas económicas heterodoxas y populistas, con el propósito de
estimular la economía peruana, pero con resultados totalmente contrarios.
Aumento los sueldos de los trabajadores del estado y emprendió subsidios a los
sectores económicos de agricultura y producción de consumo básico. Devaluó la
moneda probablemente en un intento para fomentar la inversión extranjera, pero,
por otro lado, estableció restricciones en el pago de la deuda peruana, que
llevaron al Fondo Monetario Internacional a calificar al Perú como inelegible,
que privó al Perú de inversiones extranjeras y préstamos futuros. La opinión
pública era positiva cuando se implementaron las reformas, pero el estado
rápidamente agoto sus fondos sin haber logrado el crecimiento económico
esperado. Al insistir con los subsidios y las alzas de sueldos, se incrementó
la inflación, que por el descenso en la producción llego hasta puntos
inimaginables y nunca antes vistos. La situación nacional era muy volátil y el pueblo
peruano sufrió los peores momentos en la escasez y la pobreza. La severa crisis
económica fue acompañada por las constantes avanzadas terroristas que
empeoraron la situación para el sector rural, el más pobre. Sin embargo, se
vieron avances tangibles con la aparición de las rondas campesinas, la mayor
coordinación entre el ejército y las comunidades, y la reforma en la policía y
la inteligencia peruana, que finalmente llevo a la captura del mayor líder
terrorista Abimael Guzmán en 1992, aunque esta captura se le atribuye muchas
veces al gobierno de Alberto Fujimori exclusivamente. En general, el gobierno
de Alan fue un fracaso en casi todo sentido. La población se hundió en el
descontento y el desamparo, muchas personas dejaron sus comunidades y se
trasladaron a las ciudades costeras para escapar del terrorismo y tener mejores
oportunidades de trabajo, y muchos otros emigraron del país por la crítica
situación. La corrupción que surgió de programas como el Dólar MUC era evidente
e indignante. Su intento fallido de estatizar la banca causo represalias, como
el movimiento Libertad, liderado por Mario Vargas Llosa. Este periodo causó
definitivamente gran resentimiento en el pueblo peruano que vivió esos años.
El Fujimorato (1990-2000)
Se le llama Fujimorato a los tres
gobiernos (el último no llego a completarse) del presidente Alberto Fujimori. Fujimori
asumió el cargo de la presidencia en medio de un caos social y económico tras
el desastroso gobierno de Alan García. Una de las primeras acciones tomadas por
su gobierno fue el "Fujishock" el 8 de agosto de 1990. El shock
económico que puso fin a los subsidios, el congelamiento de precios, el Dólar
MUC, y otras reformas populistas del gobierno de García. Definitivamente fue un
golpe para la población, y fue contrario a lo que había propuesto en campaña:
los precios subieron y los sueldos bajaron; sin embargo, la población
reconocería sus méritos, pues esta reforma neoliberal, junto con la reforma
monetaria y la introducción del nuevo sol, alivió la inflación y reactivó la
economía peruana, permitiendo el desarrollo una vez más. Fujimori propició
además el Autogolpe de Estado el 5 de abril de 1992, por el que se cierra el
congreso y reestructura el aparato judicial y administrativo. En la actualidad
se desaprueba esta acción, pero la sociedad del momento la apoyaba
mayoritariamente. Se pensaba que era necesario para acabar con el terrorismo,
pero significo la toma casi total del control nacional por parte de Fujimori.
Se instauro el Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional, que logró
capturar al cabecilla de Sendero Luminoso Abimael Guzmán y se realizo una nueva
Constitución en 1993. La última permitía la reelección, por lo que Fujimori se
presento a las elecciones de 1995 y obtuvo el 64% de los votos. El primer
gobierno de Fujimori es acreditado por haber derrotado al terrorismo, por lo
que mucha gente le sigue teniendo sumo respeto, sin embargo también se
cometieron muchos excesos relacionados con el grupo Colina y las masacres. Las
actividades terroristas cayeron drásticamente y aparentemente la crisis
socioeconómica había llegado a su fin.
El segundo gobierno de Fujimori
fue más inestable políticamente y su accionar fue algunas veces dudoso.
Fujimori se permitió una tercera reelección mediante la ley de Interpretación
Auténtica de la Constitución promulgada el 23 de agosto de 1996, maniobra legal
muy criticada. En el mismo año se creó el Ministerio de Promoción de la Mujer y
el Desarrollo Humano (PROMUDEH), con el fin de promover el desarrollo de las
poblaciones vulnerables. Durante el segundo gobierno renunciaron ministros
repetidas veces y surgieron indicios de corrupción en relación a las aduanas,
con que la inestabilidad se incrementó y el gobierno perdió credibilidad. El
pueblo empezaba a sentirse insatisfecho con el gobierno, aunque la situación
haya mejorado considerablemente. Sin embargo, el 17 de diciembre d 1996 el MRTA
tomó la residencia del embajador de Japón, donde se encontraban personas muy
importantes en el ámbito político y económico reunidos por una celebración.
Esto trajo evidentemente amargos recuerdos a la población, pero el asunto fue
manejado correctamente y los rehenes liberados en abril del año siguiente.
Fujimori trato de reelegirse para
un tercer periodo en el año 2000, enfrentándose principalmente a Alejandro
Toledo, siendo acusado de fraude electoral. Las urnas le dieron el 74% de los
votos; sin embargo, la desatención de Fujimori por el país y su ambición por
perpetuarse en el poder causó un sentimiento de hastío en la población, que fue
expresado en la marcha de los cuatro suyos, liderada por Alejandro Toledo. Poco
después de la toma de poder, salieron a la luz los vladivideos, con información
comprometedora sobre casos indignantes de corrupción, sobornos a los medios y a
los políticos más destacados de parte de Fujimori, a través de su mano derecha,
Vladimiro Montesinos. Fujimori se vio obligado a convocar otras elecciones. En
medio de la inestabilidad política, Fujimori decidió viajar en noviembre a la
cumbre de APEC en Brunéi. Tenía planeado pasar por Tokio para asistir a la X
cumbre Iberoamericana, pero permaneció en Tokio por miedo a ser juzgado por
delitos de corrupción en Perú y decidió renunciar a la presidencia por fax.
Antonio Canales
Antonio Canales
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